DON MIGUEL MIRAMONTES (+) Y CHAPALA.


Por: B. Manuel Villagómez R.
Sí al Lago de Chapala.

Quienes disfrutamos el privilegio de haber convivido, incluso familiarmente, con Don Miguel Miramontes Carmona en tardes inolvidables con diálogos del Lago y esculturas, hoy nos duele su ausencia, dolor que compartimos con su apreciable familia. Don Miguel fue de esa estirpe de jaliscienses ilustres que están en extinción, porque viven fuera del protagonismo mediático, lo expreso así porque como Diputado y Regidor de Zapopan, lo convencí de que recibiera un reconocimiento del Congreso y del H. Ayuntamiento de Zapopan, y por la amistad que me dispensó, lo aceptó; recuerdo que se le dio el uso de la palabra y simplemente dijo “muchas gracias”, qué gran lección de nobleza, de humildad, de integridad nos dio Don Miguel, jalisciense de cepa. Escuchar sus anécdotas con los grandes artistas y políticos a quienes les esculpió bustos y de cómo lograr realizar las esculturas de López Mateos, Clemente Orozco, Dr. Atl, Mariano Azuela, Venustiano Carranza, Fco. I. Madero, Morelos y el corcel; hoy, los espíritus de esta pléyade de grandes mexicanos estarán recibiendo el espíritu de quien contribuyó a prolongar su inmortalidad, dándoles presencia y vida en el espacio público que hoy ocupan. Salvador Díaz Mirón escribió: “el mérito es la flor y el náufrago del alma; vivo, se hunde; pero muerto, ¡flota!” y deseamos que los méritos de Don Miguel, floten y para ello, CONACULTA puede presentarles a los jóvenes la obra e historia de Don Miguel, que dejo un libro y sus obras que están por toda la ciudad en donde se pueden visitar; ahí queda de su creación, la Escuela de Artes Plásticas de la U de G. Hay países que presumen sus escultores y sus principales obras, en Italia están Roma, Florencia, Venecia y, Jalisco tiene un universo de escultores y esculturas que Don Miguel enriqueció. En el velorio acompañamos a sus familiares, algunos amigos y de Chapala llegó el Presidente Municipal Lic. Javier Degollado, acompañado de defensores del Lago como Cristina Flores y Rogelio Ochoa, así como funcionarios del Ayuntamiento; aquí, aprovecho esta amable columna y, con respeto dejo la idea para que el Ayuntamiento de Chapala vea la posibilidad de que la calle de Canoas, cambie a Miguel Miramontes Carmona; el frente de la casa de Don Miguel con la puerta, es una escultura que se puede conservar; a la Casa de la Cultura de Chapala se le puede agregar “Miguel Miramontes”, estas acciones servirán para dar a conocer las obras del escultor. Un domingo llegó Don Miguel y me dijo “quiero platicar con usted”, le contesto: con gusto, pásele, nos sentamos y colocó sobre la mesa un paquete que traía bajo el brazo; enseguida me dijo “empiéceme a platicar de lo que usted quiera, vamos a requerir de unas horas en 2 o 3 domingos, le voy a regalar un busto” y así fue. En una reunión llegó Don Miguel y ante amigos comunes, me entregó la obra, me disculpo con mis lectores por decirlo pero, ante lo que le acaba de pasar a Don Miguel no lo puedo dejar de comentar. En un Año Nuevo, Don Miguel me regalaría en miniatura la copia de la escultura que hizo de Juan Pablo II, así recibí de Don Miguel demostraciones de amistad que llevaré por siempre en mi corazón. Queda para los habitantes de Chapala, la figura de Don Miguel caminando en el mercado, saliendo de Misa acompañado de la maestra. Hasta pronto, maestro y amigo Miramontes.

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