Por: B. Manuel Villagómez R.

Cuando Salinas designo a Luis Donaldo Colosio Murrieta como candidato del PRI, ya su credibilidad como presidente era tan mala, que se le sugirió a Colosio que no saliera a campaña como salinista, que rompiera el cordón umbilical que lo ligaba con Salinas. En su pre-campaña y en contacto con el pueblo, Colosio comprobó la mitomanía de Salinas quien afirmaba que ya no éramos tercermundistas, que ya estábamos en el primer mundo y eso lo llevó a pintar su raya con Salinas; el 4 de marzo de 1994, en el aniversario del PRI éste no invitó al presidente Salinas y Colosio, como único orador, dio su memorable discurso donde expresó “veo a un México con hambre y sed de justicia y voy por el cambio con responsabilidad” fue su lema de campaña y esta frase le costó la vida, porque Salinas, igual que ahora, se opuso a cualquier cambio que pretenda modificar el sistema económico neoliberal que está concentrando la riqueza y generalizando la pobreza, la miseria, inseguridad, desempleo y corrupción. Después de 24 años, Peña Nieto decide no asistir al aniversario del PRI, creemos que por el hecho de haberle cambiado los estatutos para concesionar o vender el sector energético y reconocer que el PRI en 81 años de vida ya no tenía ninguna persona que merecía ser candidato a la presidencia, que también modificó el estatuto para que el presidente eligiera una persona sin historia partidista, pues eso les caló a los auténticos priistas y parte de ellos asistieron el domingo para escuchar a su único orador que fue José Antonio Meade con un mensaje contradictorio quien dijo: “Hago mías las palabras de Colosio; hoy somos la opción que ofrece el cambio con responsabilidad” y eso no es cierto, porque José Antonio Meade en su pre-campaña reiteró hasta el cansancio que va a continuar el proyecto de Salinas-Peñanietista “es un compromiso de campaña”, las críticas reiteradas que ha recibido Meade es por estar defendiendo este sistema desde la Secretaría de Hacienda con Vicente Fox, después como secretario en SEDESOL con Peña Nieto y nuevamente como secretario de Hacienda del actual régimen. Ahora, el PRI es NEOLIBERAL, ECONOMISTA y ANTISOCIAL, y lo demuestra al estar defendiendo con todo su sistema económico. La mitomanía de Meade es eso, porque en 1988 ganó Cuauhtémoc Cárdenas y Salinas le arrebató el poder con el apoyo de Diego Fernández de Cevallos del PAN. En 2006 la llamada “mafia del poder” le quitó a AMLO el triunfo y, en 2012 se demostró una compra de votos de cuatro millones, por lo que ahora hay más organización para que el partido en el poder ya no engañe más al pueblo. Meade le hace más caso a Vargas Llosa que al pueblo de México, hasta le perdona aquello de la “Dictadura perfecta del PRI” y que se meta en nuestras elecciones como rector ¡qué tontería! El Sr. Meade que expresó “no queremos ni populistas ni mesías” es un fanático Salinista y Peñanietista de cepa pero le comentamos que, aquí en Jalisco, ya existe el PRIMOR, esta frase es del Sr. Celso Mariño, colaborador de MILENIO, cuando hace referencia a los cuadros del PRI que se están pasando a MORENA (PRIAMOR), de tal manera que el proyecto Salinas-Peñanietista-Meade, está en veremos.

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